Editorial N°2 de LecturasCiudadanas.cl



esta entrada la escribí para lecturas ciudadanas

Vale más en este mundo
ser limpio de sentimientos;
muchos van de ropa blanca
y !Dios me libre"! ...por dentro
Violeta Parra


Por un lado este primer mes ha sido fácil, en un mes tuvimos 12.000 visitas y eso es bueno si se quiere pensar que es bueno tener un promedio de visitas grande, por otro lado ha sido difícil porque hacer una revista y tratar de encontrar un público sin caer en los gustos pelotudos de toda la gente, del lector promedio (sea lo que sea eso), es muy difícil. Entonces uno entra en una desesperación medio existencial en la que te cuestionas si realmente vale la pena el tener la fuerza para mover el culo de la silla y salir a trabajar casi por nada o si, lisa y llanamente, levantas el culo de la silla y muestras las dos nalgas al viento para ver si es que algún auspiciador tiene la bondad de mandártelo a guardar hasta las costillas a cambio de decirte sobre qué escribir, sobre qué NO escribir y cómo escribir correctamente para hacer felices a los consumidores de revistas tontas y medio mamonas como las que juntan telarañas en la web. Puedo decir al respecto que hasta el momento tenemos el culo intacto y los bolsillos también. 

Confesión de por medio les digo que hay columnistas que funcionan y otros que no. Hay temas que uno a veces supone interesantes y terminan por ser una majamama de obviedades. Estamos probando. Yo mismo, que debería tener claro el mote pues no lo tengo, y eso es síntoma de que acá estamos tratando de levantar un medio que aporte con ser una muestra representativa de un sector chiquito, de un lector busquilla que quiere leer o ver hablar a gente que de una u otra forma lo interpreta o, en el mejor de los casos, lo afecta. Encima de eso hablamos mal. Decimos feas, feísimas palabras. No porque no sepamos hablar bien sino precisamente porque sabemos que esta impostura de correctos que tienen los demás es una mueca, una pose, como todo en la vida y nosotros, desde nuestra mueca adversa es que nos sentimos cómodos. Hay a quienes eso les gusta y quienes lo detestan, es una dualidad que se resuelve volviendo a leernos o no volviendo nunca más. Esto último por cierto es el primer síntoma de estar haciendo las cosas bien. Gustarles a todos es quizá el síntoma más detestable de la literatura y del periodismo. Si no te gusta cambia de página y vete corriendo a los pasquines blandos de siempre. 

Hoy escuchaba una canción de Silvio en que dice No he estado en los mercados grandes de la palabra, pero he dicho lo mío a tiempo y sonriendo, y quizá en eso se define lo que intentamos hacer acá en @lctrsciudadanas. Decir las cosas que creemos necesarias y dichas tal cual las sabemos decir, endurecidos, pero cagados de la risa las más de las veces o con alegría. Punto. 

Seguimos sin auspiciadores porque no queremos auspiciadores. Han llegado unas cuantas donaciones de amigos, no de lectores fieles aún porque sería una patudez pedir dinero cuando no llevamos nada en el aire, no tenemos lectores fieles pero los tendremos, estamos seguros, sin embargo, hay quienes han querido apoyarnos con unos depósitos y con la promesa de seguir haciéndolo si es que mantenemos vivo este proyecto. Les agradecemos, ha servido para pagar un par de cuentas y para comer algo a deshora, nada del otro mundo y aún es imposible pagar a los columnistas (qué más quisiéramos!) La cosa es que es ridículo, hasta vergonzoso, el pedir dinero, pero lamentablemente la única forma de vivir de la escritura (en cualquier formato) es bajo el antiguo concepto del tacho y la limosna. Jamás pediríamos un subsidio al gobierno de Piñera, tampoco pondríamos un logo de la Minera Escondida o de Barrick o de Cencosud en nuestra página. Por una cosa de buen gusto y de decencia, de consecuencia (si se me permite decirlo yo mismo); por una cuestión de honestidad. Prefiero dormir intranquilo por las cuentas impagas antes que tener el estómago lleno y no poder dormir por el asco. Mala cueva. Podemos sonar como unos hippies del orto, es cierto, pero hasta el momento el plan de acción de lecturas ciudadanas es mantener hasta donde más se pueda esa línea editorial que no se sustenta en caer bien o entrevistar gente de mierda por obligación.

Ya debo estar sonando muy enojado, no quiero sonar así. (emoticón alegre: XD) Lamentablemente los espacios creativos suelen estar ligados con una respuesta que, en el caso de nosotros que situamos como punto de observación la ciudad y lo que ocurre en ella, tiende a estar teñida un poco de esa rabia natural que provocan los procesos políticos que pasan por encima de nosotros como gigantes mala onda. El caso es que a partir de este tipo de observaciones (medio anarkas de repente) es que estamos prendiendo la mecha de la revista y, desde ahí, es que nos construimos. Por eso es que seguimos interviniendo las calles y anotando pequeñas marcas de reconocimiento en nuestra ciudad. Seguimos con campañas como la de picopalqueNOlee y con el plus ultra de tener a un grupo de colaboradores maravillosos que también siguen en este ejercicio atroz de escribir y meterse en el punto ciego de las cámaras de seguridad para seguir mirando sin ser vistos por la oficialidad matona del letargo y el tedio diario de esta canción macabra en que nos entonan y corretean como corderos.

Agradezco infinitamente a los que nos han seguido, leído, apoyado y a quienes hemos gustado. Al que no pues ya sabe: que se vaya a joder a otra parte. Estamos en proceso de armarnos y queremos que sigan leyendo este medio, que sigan apoyando proyectos como El Ciudadanoque, en este tiempo, se vuelven imprescindibles aún cuando siempre estamos con el tinte de desahuciados en manos de la balacera pérfida de los grandes medios y de las corporaciones. Sin embargo ahí seguimos levantando la tecla a cambio de no salir cagando o terminar vendidos al mejor postor que siempre es el mismo postor. 

Sigan en LecturasCiudadanas y no olviden que la máxima es#picopalqueNOlee  
un abrazo a todos.

Ar.-L
editor de esta revista

 

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